domingo, 20 de diciembre de 2009

¡Uy, qué tarde!

Si vas al cine a comer palomitas,
si ves las noticias, por ver muertecitos,
si coges el coche, por aburrimiento,
y esperas –paciente- aumento de sueldo.

Si entras, por no estar fuera,
si sales, por no estar dentro,
si llegas y te arrepientes,
y, de vuelta, no estás contento.
Si esperas que te liberen,
o que un espíritu santo
va a venir a enriquecerte...
Si crees que el hambre no es buena,
si crees que la sed es mala,
o que los sueños son sueños,
y el despertar claridad,
y que la vida es muy larga,
y que la muerte es amarga...
Si piensas que no hay motivos,
y dejas todo como está.
Si dejas crecer la panza,
y me dices que más da.
Si te levantas gruñendo,
y duermes sin esperanzas.
Si tu sueño es un chalet
y la casita en la playa,
y unos niños ejemplares...
La novela de las cinco,
la porno de media noche,
el jardín con bellas flores,
el salón con huecos libros...
Y, papá, ¡no bebas tanto!
Y, mamá, que ¡ya te digo...!
Y Julián que no ha venido.
Y sorpresas,
novedades y festivos,
y la nevera zumbando,
y el tenedor en su sitio.
Si dices: Es como todo...
Entonces, Amor mío,
quería recordarte
-primavera-
que hoy,
domingo, primero de mes,
¡¡apúrate!!
!El centro comercial
te espera!

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